En la Casa Rosada esperan que la desafiliación de Bullrich del PRO derive en una diáspora de pases de muchos dirigentes para conformar una alianza electoral de octubre y forzar el quiebre en los bloques parlamentarios en el Congreso nacional, en las legislaturas provinciales y en los concejos deliberantes municipales.

Esto se produce también, mientras avanzan las negociaciones entre LLA y dirigentes del PRO bonaerense para conformar una alianza electoral en la estratégica provincia de Buenos Aires, sin la participación justamente, de Macri.

Mauricio Macri respaldó el DNU de Milei y le envió un mensaje a la oposición. (Foto: archivo)

El pase de Bullrich a La Libertad Avanza es un paso más en el objetivo de debilitar el liderazgo del expresidente, que presenta listas propias del PRO a las legislativas locales del 18 de mayo, como forma de sostener el poder después de gobernar por dos décadas la Ciudad.

Bullrich había dicho a sus colaboradores que no quería ser candidata en las próximas elecciones en CABA porque quería evitar que la campaña se convierta en una «batalla de nombres» entre ella y Macri. «Eso llevaría a personalizar la elección y desviar la estrategia del gobierno» para que sea una pelea entre «modelos».

En ese objetivo, la estrategia de LLA es polarizar entre la propuesta de derecha que encarna la gestión de Milei a nivel nacional, versus el modelo del peronismo kirchnerista con sectores de izquierda detrás. Y que en el medio, no quede nada.

En la Casa Rosada ya admiten que a Bullrich no le quedará otra alternativa que aceptar ser candidata a senadora en las elecciones nacionales de octubre si es que, finalmente, la presidenta del partido de Milei se lo pide.