Pesar por el fallecimiento del ex secretario de Salud de Lanús Luis García

El ex secretario de Salud de Lanús durante el primer mandato de Darío Díaz Pérez (2007-2011), Luis García, falleció este miércoles dos de abril a la mañana, a la edad de 74 años. Fue despedido y recordado por vecinos y dirigentes políticos en las redes sociales. Descrito por su familia como “un gran militante peronista y un defensor del pueblo obrero”.

El galeno, recibido de la Universidad de Buenos Aires, fue el primer médico de la sala (Unidad Sanitaria Centro) Piloto en Villa Diamante durante el gobierno del ex intendente Manuel Quindimil y llegó a ser subsecretario de Salud en la gestión de “Manolo”.

Ya con Díaz Pérez “priorizó la atención primaria, siempre decía que sin una buena atención primaria no se podía hacer salud con los vecinos y trabajó para fortalecer las salas barriales”, según rememoró su hermano Jorge en comunicación con Política del Sur y agregó que Luis “siempre tuvo una secretaría de puertas abiertas, atendía a todos por igual, municipales y vecinos”.

También fue director de Salud del PAMI en Remedios de Escalada y luego se jubiló. Además, tenía un consultorio particular frente a la estación de dicha localidad donde “al 60% de las personas que atendía no les cobraba”. “Era como un médico de pueblo, los vecinos le regalaban cosas: un día hasta le llevaron un cajón de frutillas. Sabía quién podía pagar y quién no”.

“Luis cosechó muchos amigos porque pasaba hasta las Navidades y los fines de año atendiendo a la gente. Era un tipo muy simple, muy amigo de la gente. Hincha de Lanús. Era un tipo muy querido, siempre dedicado a la salud y el sanitarismo”, evocó su hermano.

En sus últimos cuatro años, García estuvo luchando contra las secuelas de un accidente cerebrovascular, a lo que Jorge relató: “Fue fulminante. Estuvo cuatro años tratando de rehabilitarse, pero no logró recuperarse. Fueron años muy duros para él porque era un médico y sabía perfectamente lo que le estaba pasando”.

Fue cremado luego de su fallecimiento, cumpliendo una de sus últimas voluntades, y despedido por su círculo íntimo. “Quería que lo recordaran como era en vida”.